La cirrosis es el resultado final del daño crónico al hígado causado por hepatopatías crónicas. Las causas comunes de la enfermedad hepática crónica en los Estados Unidos abarcan:
- Infección por hepatitis C (infección prolongada)
- Alcoholismo prolongado (ver hepatopatía alcohólica)
Otras causas de cirrosis pueden ser:
- Inflamación autoinmunitaria del hígado
- Trastornos en el sistema de drenaje del hígado (el sistema biliar), como cirrosis biliar primaria y colangitis esclerosante primaria
- Hepatitis B (infección prolongada)
- Medicamentos
- Trastornos metabólicos de hierro y cobre (hemocromatosis y enfermedad de Wilson)
- Esteatosis hepática no alcohólica (EHNA) y esteatohepatitis no alcohólica (EHNA)
Los síntomas pueden presentarse gradualmente y también es posible que no se presenten.
Cuando en verdad ocurren, pueden abarcar:
- Confusión o problemas para pensar
- Impotencia, pérdida del interés sexual y desarrollo de mamas en los hombres (ginecomastia)
- Inapetencia
- Náuseas y vómitos
- Hemorragia nasal o encías sangrantes
- Heces de color pálido o color arcilla
- Vasos sanguíneos pequeños, rojos y en forma de araña bajo la piel
- Hinchazón o acumulación de líquido en las piernas (edema) y en el abdomen (ascitis)
- Vómito con sangre o sangre en las heces
- Debilidad
- Pérdida de peso
- Coloración amarillenta en la piel, las membranas mucosas o los ojos (ictericia)
No hay comentarios:
Publicar un comentario